Katherine Lazo, la voz detrás de los Datazos que inspiran

Katherine Lazo es una mujer que inspira desde su autenticidad. Madre, esposa y creadora de contenido, ha logrado construir una comunidad digital donde combina fe, valores y consejos útiles para la vida diaria. Detrás de su sonrisa y su característico “Datazo”, hay una historia marcada por el amor de su madre y su abuela, la fe que la sostuvo en momentos difíciles y el deseo de dejar huella desde lo real.

En esta entrevista con Debora Revista, Katherine comparte recuerdos de su infancia, el impacto de su mamá en su vida, cómo nació su conexión con Dios, y el papel que cumplen su hijo y su esposo en esta aventura digital que hoy inspira a miles de familias.

Katherine, ¿cómo recuerdas tu infancia? ¿Qué tipo de niña eras y qué sueños te acompañaban en esos primeros años?

Tuve una infancia muy hermosa gracias a mi abuela y mi mamá, que me criaron con mucho amor y me inculcaron valores que hasta hoy aplico en mi vida y replico con mi hijo. Era una niña bondadosa, risueña, sociable y perseverante. Desde pequeña soñaba con hacer algo que tuviera un impacto positivo, aunque no sabía exactamente qué sería. Creo que, sin darme cuenta, esos sueños marcaron el camino de lo que hoy soy y sigo buscando: crecer, aprender y aportar algo valioso al mundo desde mi autenticidad.

¿Qué valores te inculcaron tus padres y cómo influyeron en la mujer, madre y creadora que eres hoy?
Desde muy pequeña me enseñaron la importancia de la humildad, el respeto y la empatía. Mi mamá me mostró que detrás de cada persona hay una historia y me enseñó a no rendirme, incluso cuando las cosas parecen difíciles. Esos valores me formaron profundamente. Ser madre me ha hecho entender todavía más el amor incondicional y la paciencia, y como creadora, busco que todo lo que hago tenga propósito y toque a alguien de manera positiva.

¿Qué papel jugaba la fe en tu hogar mientras crecías y cómo marcó tu manera de ver la vida y las pruebas?
La fe siempre fue una presencia fuerte en mi hogar, no solo como una creencia, sino como una forma de vivir. Mi madre y mi abuela me enseñaron que tener fe no es solo orar, sino confiar incluso cuando no entendemos lo que pasa. Esa enseñanza me marcó profundamente. Hoy sé que la fe no elimina el dolor, pero lo transforma y da esperanza incluso en los días más oscuros.

Si pudieras describir a tus padres con una palabra, ¿cuál sería y por qué?
Perseverancia. Mi mamá fue madre y padre a la vez. Me enseñó que los sueños no se alcanzan de la noche a la mañana, que todo lo valioso requiere esfuerzo, paciencia y fe. Crecí viéndola trabajar sin rendirse, incluso cuando las circunstancias eran difíciles. Gracias a ella entendí que la verdadera fuerza está en levantarse siempre con gratitud y esperanza.

Sabemos que tu mamá fue muy importante para ti. ¿Cómo logras honrar su memoria y sus enseñanzas en lo que haces hoy?
Hablar de mi mamá siempre me conmueve. Han pasado cuatro años desde que partió y su ausencia duele, pero su presencia sigue viva en mí. Honro su memoria en cada cosa que hago: en la manera de tratar a los demás, en cómo abrazo a mi hijo y enfrento los desafíos. Ella me enseñó a amar sin medida y a ser fuerte sin perder la ternura. Cada logro y cada paso que doy, lo hago también por ella.

¿Cómo nació tu acercamiento con la iglesia y en qué momento sentiste que tu relación con Dios se volvió más personal y profunda?
Desde pequeña mi abuela y mi mamá me enseñaron que Dios escucha nuestras oraciones. Pero mi relación con Él se volvió más personal cuando pasé por la partida de mi abuela y luego de mi mamá. En esos momentos tan duros, sentí que Dios era ese abrazo invisible que me sostenía cuando no podía más. Desde entonces, mi fe se volvió una relación viva que me guía y me da paz.

Eres conocida por tu sello “DATAZO”. ¿Cómo surgió esa palabra que hoy te identifica tanto y qué significa realmente más allá de los consejos y promociones?
Nació de forma natural. Siempre me ha gustado compartir tips, promociones y consejos útiles. Cada vez que encontraba algo bueno, decía: “¡Te tengo un datazo!”. Con el tiempo, se volvió mi sello, pero va más allá de las ofertas: para mí, un “datazo” es una información valiosa, honesta y útil que te ayuda a ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo, pero también te empodera y enseña a consumir con conciencia.

Tu esposo también está presente en tu proceso creativo. ¿Cómo te apoya en esta aventura digital y cómo han aprendido a equilibrar familia y propósito?

Mi esposo siempre ha estado detrás de cámaras ayudándome con ideas, grabaciones y organización. Pero su apoyo va más allá: me motiva cuando dudo y me ayuda a equilibrar trabajo y familia. Hemos aprendido que no se trata de hacerlo perfecto, sino de disfrutar el proceso y trabajar en equipo. El propósito y la familia se fortalecen mutuamente.

En medio de la exposición en redes, ¿cómo logras mantenerte fiel a tus valores, cuidar tu vida familiar y conservar tu esencia?

Me recuerdo constantemente por qué empecé: para compartir contenido útil y positivo. Pongo límites claros entre mi vida familiar y mi trabajo. La prioridad siempre es mi familia. Mantener mi esencia significa ser transparente y no dejarme llevar por tendencias. Si algo no refleja mis valores, simplemente no lo publico.

Finalmente, ¿qué mensaje te gustaría dejar a las mujeres que te siguen y ven en ti a una mamá, esposa y mujer de fe que inspira sin dejar de ser auténtica?

Quiero decirles que no tengan miedo de ser auténticas. Ser mamá, esposa o mujer de fe no significa perder tu identidad; al contrario, te da fuerza para brillar. Cada esfuerzo cuenta, cada paso deja huella. No se comparen con nadie, celebren sus logros y aprendan de sus errores. Recuerden que la verdadera inspiración nace de la autenticidad y la perseverancia.

¿En qué momento descubriste que crear contenido era una manera de conectar con otras mamás y familias desde el corazón?

Lo descubrí cuando me convertí en mamá. Empecé a compartir mis experiencias y me di cuenta de que muchas mamás estábamos viviendo lo mismo. Un día compartí un recorrido por un outlet y recibí muchos mensajes agradeciéndome. Ahí entendí que no solo estaba compartiendo tips, sino acompañando a mujeres que necesitaban sentirse comprendidas. Más que seguidoras, son mi familia.

Gran parte de tu contenido lo compartes junto a tu hijo Julián. ¿Qué te inspiró a incluirlo en tus videos y qué enseñanza te deja trabajar a su lado?

Incluir a Julián fue algo natural. Él es mi motor e inspiración. Mostrarlo en los videos hace que todo sea más auténtico. Trabajar con él me enseña paciencia, creatividad y a valorar lo simple. A través de los videos, él también aprende a compartir, agradecer y disfrutar el proceso juntos.