Mujer con propósito: llamada para este tiempo

En medio de un mundo que constantemente cambia, donde las voces son muchas y los desafíos parecen no cesar, es vital que la mujer recuerde quién la llamó y para qué fue creada. No estás aquí por accidente ni por coincidencia. Dios te diseñó con un propósito eterno, y ese propósito tiene una cita con el presente. Eres parte de un plan divino que se está desarrollando en este tiempo preciso de la historia.

Muchas veces nos vemos tentadas a compararnos, a sentir que no tenemos nada que aportar o que hemos llegado tarde. Pero el reloj de Dios es perfecto. La mujer que abraza su llamado y decide caminar en fe, aunque tenga miedo o incertidumbre, se convierte en instrumento de transformación en su familia, en su comunidad, y hasta en las naciones. Porque el propósito no se mide por tamaño, sino por obediencia.

Ser una mujer con propósito no significa tenerlo todo resuelto, sino tener claro hacia dónde caminas y con quién caminas. Significa decir “sí” cada día a la voluntad de Dios, incluso cuando no entiendes el proceso. Como Ester, fuiste puesta en esta generación “para un tiempo como este”, no para esconderte, sino para brillar con la luz de Cristo en medio de la oscuridad.

Hoy más que nunca, se necesitan mujeres que sepan quiénes son, que vivan con convicción, que defiendan los valores del Reino y que se atrevan a romper moldes para obedecer al llamado de Dios. Mujeres que lideran, que sirven, que sanan, que oran, que crean, que enseñan… Mujeres que no esperan aprobación humana, porque ya fueron aprobadas por el cielo.

Recuerda: no estás sola. Dios te respalda, te capacita y te ha equipado con todo lo que necesitas para cumplir su plan en tu vida. Levántate, mujer de propósito. Este es tu tiempo. El mundo necesita lo que llevas dentro.